La Portada está fundamentada en dos elementos principales. Por un lado, un fondo de color negro reforzando la idea de ´Año Negro de la Prensa de Almería´, en cuyo conjunto se pueden leer algunas de las muchas circunstancias que ha tenido que sufrir el colectivo en el 2008. Por otro lado, la imagen procura representar la presión que sufren los informadores por parte de diversos sectores, y la precariedad laboral de muchos de los periodistas. 

En la fotografía, se representa a un profesional almeriense intentando realizar su trabajo, con los bolsillos sacados simbolizando ruina y las carencias que sufre en su puesto de trabajo. También hay dos hombres de corbata que simbolizan los grupos de presión. Éstos tienen los bolsillos llenos de dinero y, por ello, tiran de los brazos del periodista para manipular a su antojo la información que ha de salir publicada en el medio que ampara al periodista. 

* Joaquín Navarro, autor de la portada del `Anuario Crítico de Almería 2009´, trabajó como diseñador y maquetador en el desaparecido `Diario de Almería´, uno de los medios almerienses (junto con `El Director Económico´y `El Mundo Almería´) que cerró durante 2008. Situación que queda reflejada en la página principal de esta publicación.

Almería, como el resto del país, celebró la consecución de la Eurocopa por todo lo alto. Gente en las calles, en las fuentes, y en los bares, ondeando ‘La Roja’ y el orgullo de tener la mejor Selección del continente. Pero como toda buena juerga que se precie, el despertar vino acompañado de una gran resaca. En este caso, los más ‘cafres’ se encargaron de dejar su huella por toda la ciudad y de empañar el día de fiesta. A través del deporte España muestra su mejor cara al exterior: un país que lidera las competiciones de fútbol y tenis, donde las prestaciones sociales son un derecho y donde, por ley, se puede acceder a trabajo, techo y comida. Esta es la imagen que llega también a los países del Tercer Mundo y que las mafias se encargan de difundir de forma engañosa, porque no les trasladan, por ejemplo, que en Almería durante julio el número de desempleados llegó a los 60.000 y que los inmigrantes son los que más sufren el aumento del paro. El desconocimiento de estas circunstancias y las necesidades más extremas les hacen protagonistas de auténticas tragedias en el mar. Como la de aquella patera que dejó en su recorrido 14 muertos, nueve de ellos niños. Otro desastre, en este caso natural, arrasó 140 hectáreas en la Sierra de los Filabres. Y entre tanto humo, la Junta se los bajó al equipo de Gobierno de la capital a cuenta de las VPO en El Toyo y el tranvía.