2008 no sólo ha sido el año de Barack Obama, Cristiano Ronaldo o Rodolfo Chikilicuatre. Si nos acotamos a nuestro ámbito más cercano, a la provincia de Almería, en estos doce meses hemos vivido algunos hitos que merece la pena repasar. Martín Soler se convirtió en el primer consejero almeriense de Agricultura y Pesca y su compañera de partido, Fuensanta Coves, alcanzó la presidencia del Parlamento de Andalucía. Otro almeriense, el médico forense Miguel Lorente, fue nombrado responsable del Gobierno en la lucha contra la violencia de género y el Premio Príncipe de Asturias en Ciencia e Investigación, el riojano Ginés Morata, pasó a ser el primer doctor honoris causa de la Universidad de Almería que ha nacido en nuestra provincia, profeta en su tierra. El futbolista albojense Diego Capel no se ha conformado con dar el salto a la élite nacional y ser pieza clave en el Sevilla y también en este 2008 ha conseguido debutar con la selección española cumpliendo el sueño de cualquier niño. En estos doce meses han sido los grandes embajadores de Almería dentro y fuera de sus fronteras y lo seguirán siendo por lo menos a corto y medio plazo. Pero no nos podemos quedar aquí.

A los méritos cosechados por estos "cinco magníficos", tenemos que sumar dos acontecimientos que van a tener una considerable repercusión en el futuro de la provincia. Me refiero a los congresos provinciales de PSOE y PP. El año de la rata en el horóscopo chino pasará a la historia de la provincia como un período fundamental para la normalización interna, que no democratización, y reconfiguración de los grandes partidos políticos de la provincia. Sus undécimos congresos provinciales han servido para cerrar viejas heridas, mirar al futuro con ilusiones renovadas y soltar lastre. Tanto el PSOE como el Partido Popular han optado en plena crisis económica por una línea continuista, sin críticas ni críticos, pero incorporando a las jóvenes promesas del mañana a los principales escalafones. Los líderes treintañeros empiezan a brotar en la compleja jerarquía de los grandes partidos y dan equilibrio a la veteranía de sus históricos dirigentes. En el congreso provincial del PP, que proclamó a Gabriel Amat presidente con un 98% de los votos de los compromisarios, se incorporaron a la Ejecutiva Javier Aureliano García como secretario general más joven de la historia a sus 31 años de edad, el ex concejal ejidense Francisco Góngora como nuevo portavoz, la edil roquetera Eloísa Cabrera como vicesecretaria general y el diputado Miguel Ángel Castellón al frente de la vicesecretaría de organización. Y es que los jóvenes curtidos en las Nuevas Generaciones nunca alcanzaron tanta representación política como en el último cónclave de los populares y suman 68 concejalías en la provincia y un escaño en Diputación. 

Y el congreso provincial del PSOE evidenció que los socialistas no tienen nada que envidiar al relanzamiento de los "cachorros" del PP y cuentan en sus filas con una buena cantera de dirigentes. Además, la nueva Ejecutiva de Diego Asensio, que sustituyó a Martín Soler con un 88% de respaldo de los 335 delegados,  también se convirtió en una decidida apuesta por la mujer. A la nueva secretaría de Organización, Nerea Hernández, hay que añadir la destaca presencia de la asesora del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Almería, Anyes Segura, la coordinadora actual de Juventudes Socialistas, Carmen Montesinos, o la concejala Déborah Serón. 

Nombres propios para dos nuevas ejecutivas provinciales que van a permitir que PSOE y PP sigan avanzando con las pilas cargadas y se olviden por el momento de los fantasmas del pasado. Las traumáticas escisiones de PAL y GIAL ya han sido superadas en la casa popular y los resultados en los últimos comicios generales y autonómicos demuestran que las gaviotas vuelven a liderar la política almeriense como la fuerza más votada. El PSOE, al amparo de los resultados regionales y estatales, está más unido  y cohesionado que nunca y la pesada losa de los críticos y sus hipotéticas candidaturas alternativas se ha sellado bajo tierra. Ahora cuentan con la referencia política y todo el respaldo de un consejero de la Junta de Andalucía, Martín Soler, y la presidenta del Parlamento, Fuensanta Coves. Qué más podrían pedir después de unos comicios en los que el "efecto Arenas" los dejó bastante tocados. Las relaciones con los que se han desviado de la línea oficialista del partido son más estrechas que nunca y el único conflicto que podría surgir, más bien pronto que tarde, sería el relevo de Nono Amate al frente del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Almería. 

Los principales partidos políticos se han rearmado con sus mejores bazas y ya se marcan nuevos objetivos en plena crisis. Los socialistas recuperar el liderazgo provincial y los populares, después de convertirse en la fuerza más votada, quieren dar el salto a la Diputación de Almería. Dos retos que se podrían cumplir. Si no, al tiempo.