Frente al ordenador. 

Así es como nos encontramos a diario los profesionales de medios de comunicación. Tenemos que escribir para locutar, subir a la web o llevar a imprenta aquello que los espectadores o lectores encontrarán en televisión, radio, periódicos e Internet. 

Un proceso que, cada vez, es menos sencillo. Durante ese período de tiempo se reciben llamadas, visitas a la mesa de personas de ‘rango’ superior que tratan intervenir en nuestro trabajo, etc. El periodista quisiera, entonces, encontrarse en una burbuja, mantenerse aislado y no sufrir interferencias que mermen la finalidad y objetivo que se persigue: informar, y bien. 

Aunque encontremos esos factores externos que tratan de interponerse entre el profesional y su ordenador, debemos obviarlos, espantarlos como si de una mosca que no para de molestar se tratase y continuar con nuestro cometido. Volver al origen de este trabajo y reducir todo aquello que disminuya la fuerza del mensaje entre el emisor y el receptor. 

Escribir, leer, volver a escribir, releer y dar por concluido nuestro texto cuando sólo nosotros estemos seguros de ello, con responsabilidad y profesionalidad. De eso sólo sabemos los periodistas.




Índice de esta sección

Prosperidad frente a nostalgia


  

Eduardo D. Vicente


Escampa la lluvia de millones extraordinarios


  

Lorenzo Robles


Juan Megino. Con denominación de origen


  

Javier Romero


Las mujeres y el poder


  

Lola López


Ahora o nunca


  

Jose Luis Pascual


Y la ciudad se quedó en aldea


  

Miguel Pérez


El adiós de Juan Megino y la agonía del PAL


  

Iván Gómez


Una mudanza cuestionada


  

Pablo Requena


Palabra de político


  

M. C. Callejón


El Tobogán Socialista


  

Manuel León


Número rojos: disciplina e ingenio


  

Juan Antº Cortés




Artículos de este autor

Los partidos cierran viejas heridas en el año de la rata


2009 | Política



Codo con codo


2007 | Economía



El adiós de Juan Megino y la agonía del PAL


2011 | Política y Gestión



PSOE de Almería, renovarse o morir


2013 | Política



El adiós de Juan Megino y la agonía del PAL


Roma, el mayor imperio que jamás ha conocido la humanidad, con el Ejército más implacable y mejor organizado de la historia, se desmoronó como un castillo de naipes tras la escisión de su parte oriental, a posteriori conocida como el Imperio Bizantino que se prolongó durante mil años más, y la lenta disgregación de sus colonias y protectorados que se veían cada vez más alejados de los centros de poder ante las presiones de otros pueblos bárbaros. El Partido Popular ha sufrido dos grandes escisiones en nuestra provincia, la de Poniente y la de la capital, y a día de hoy está en una situación inmejorable. Su líder, Gabriel Amat, el hermano mayor de Arenas, ha conseguido superar con mejores resultados de los esperados una más que complicada coyuntura que se inició en el verano de 2002 cuando Juan Megino y un grupo de concejales del Ayuntamiento de Almería fundaron GIAL y que se agravó aún más cuatro años después con la marcha de uno del alcalde de El Ejido, Juan Enciso. El imperio de Amat ha sobrevivido a una larga y dura travesía de reproches, polémicas y fugas y ahora afronta las elecciones municipales con la entereza de ver unión y comunión entre sus cargos y militantes.

El PAL nació con firmeza y en sus primeras elecciones, las municipales de 2007, se convirtió en la tercera fuerza política de la provincia con 61 concejales, cinco alcaldías (El Ejido, Dalías, Urrácal, Olula de Castro y Alboloduy) y dos diputados provinciales que llegaron a formar gobierno en la Diputación. Sin embargo, la alargada sombra de la Operación Poniente se cierne desde el 20 de octubre de 2009 sobre su fundador, Juan Enciso, y ha provocado una lenta agonía y un debilitamiento interno que se ha ido agravando con la marcha de la mayoría de sus alcaldes y concejales. El futuro del partido pasa por el liderazgo de su secretario general, José Añez, que posiblemente acote el ámbito de actuación a su epicentro, el municipio ejidense.  

Cuando Juan Megino dejó en el verano de 2002 las filas del PP tenía claro que nunca más volvería a militar bajo estas siglas, pero no imaginaba por aquel entonces que ocho años después acabaría negociando la integración en el seno de los populares de una nueva fuerza política creada en torno a su figura, el Grupo Independiente por Almería (GIAL). La maniobra de la dirección regional de los populares, liderada por Javier Arenas, de presentar como candidato a la Alcaldía de Almería al entonces presidente de la Diputación, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, fue un auténtico mazazo para un almeriense de adopción (Navas de San Juan, Jaén, 1944) que ha compaginado la política con la medicina.
 
Después de una legislatura como alcalde y más de tres años al frente de la oposición, Megino quería continuar como cabeza de lista y la tardía decisión del PP de cambiar de candidato le costó su primera escisión. En apenas unos meses, Megino y otros de los pesos pesados de su equipo de gobierno, como Esteban Rodríguez, fundaron el GIAL y lograron convertirlo en la tercera fuerza política de la provincia en las municipales de 2003, con escaño incluido en la Diputación. Los 13.823 votos conseguidos en la capital se convirtieron en cinco concejales y en una necesidad para el partido que los había relegado. El PP sumó once ediles y tuvo que pactar con los independientes para poder gobernar, aunque Juan Megino les cobró un elevado peaje. Sus cinco áreas acapararon más de la mitad del presupuesto municipal.

El PSOE también lo intentó, pero la Ejecutiva Federal de los socialistas frenó un acuerdo propuesto y trabajado por el entonces secretario general en Almería y años después consejero de la Junta de Andalucía, Martín Soler. El pacto de gobierno PP-GIAL funcionó, no sin ciertos roces, sobre todo en la recta final de la legislatura cuando unos y otros se apropiaron de los logros de la gestión local. En las municipales de 2007 los independientes presentaron 42 candidaturas, pero bajaron en votos y perdieron el escaño de la Diputación. GIAL sufre de pleno la irrupción del Partido de Almería (PAL), fundado por el alcalde de El Ejido, Juan Enciso, fruto de una segunda escisión de los populares almerienses. Aún así, los dos concejales permiten a Gemino seguir siendo un hombre clave en la política provincial al necesitar el PP una nueva alianza para seguir gobernando en la capital. Se renueva el pacto y se incluye, además, una cláusula por la que se comprometieron ambos partidos a negociar antes de que acabara la legislatura la integración definitiva. Las negociaciones no se retomaron hasta principios de 2010 y fueron varios los encuentros mantenidos con demandas y ofertas muy dispares.

Al final llegó el acuerdo, no sin ciertas incógnitas aún sin despejar, sobre todo en los pueblos. La mayoría de los cargos independientes, 31 concejales y tres alcaldes, volverán a las filas populares y Megino dirá adiós definitivamente a la política. “No tendría sentido que después de haberme ido voluntariamente ahora volviera a ingresar en un partido del que me marché porque entendía que no hubo una relación leal”.

Después de casi dos décadas en primera línea de combate electoral, Megino dejará de ser uno de los pesos pesados de la política provincial a lo largo de 2011, el año de la liebre en el calendario chino. Su permanente presencia pública se difuminará paulatinamente a partir de la cita del 22 de mayo y el mismo camino podría tomar el alcalde ejidense, Juan Enciso, cuyo futuro político sigue vinculado a la evolución de la instrucción judicial de la Operación Poniente. Conforme pasan los días y no deshoja la margarita de la reelección, manteniendo un hermetismo sobre la posibilidad de repetir como candidato si la justicia no se lo impide, crecen los que piensan que el futuro del PAL depende de su permanencia. Sin embargo, su mano derecha, José Añez, podría dar un golpe de efecto en los próximos meses y hacerse con las riendas de la segunda división del PP en la última década. Sea como fuere, Amat ha ganado la partida. Las batallas vencidas a raíz de las escisiones apuntan a una victoria final en la guerra electoral. El Imperio de Gabriel Amat se expande por la provincia con dos citas para hacer historia, las municipales de este año y las autonómicas y generales de 2012.
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Este artículo fue publicado originalmente en el Anuario Crítico de Almería 2011, en la sección Política y Gestión
Palabras clave de este artículo: Megino  |  GIAL  |  PAL  |  Enciso


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