El 28 de agosto de 2005, la U. D. Almería partía desde el andén con la idea de llegar a una  estación llamada permanencia. La gran mayoría, por no decir todos, pensábamos que íbamos a viajar en un tren de cercanías, pero con el paso del tiempo nos dimos cuenta que lo hacíamos en uno de largo recorrido. Y fue precisamente en el mes de diciembre, cuando con la llegada de Toni Velamazán, ex-jugador del FC Barcelona y de Jonathan Soriano, jugador cedido por el Español de Barcelona, el maquinista del tren, Paco Flores, manifestaba que la estación marcada a partir de ese momento era la primera división y no la permanencia. Esta circunstancia provocó que el número de viajeros fuese creciendo semana tras semana. El momento álgido de este viaje fue, una hermosa mañana del 2 de abril de 2006, en tierras valencianas, frente al Levante,  cuando los vagones del equipo almeriense demostraron estar en perfecto estado de revista y estar preparados para lograr llegar a la nueva estación. Tras la exhibición ofrecida, fueron muchos los pasajeros que sacaron los billetes no sólo para el domingo siguiente, que nos visitaban nuestros vecinos del Poli Ejido, sino para la temporada siguiente con el fin de tener asiento fijo para ver a los grandes Real Madrid, Barcelona, Valencia, Atlético de Madrid, Sevilla etc, etc. 

Una semana más tarde, el día 9 de abril, también por la mañana, España entera fue testigo a través de las cámaras de Canal Plus de la gran fiesta del fútbol almeriense con 15.000 viajeros en la estación del Estadio de los Juegos Mediterráneos. El viaje empezaba con buen pie, se adelantaba la locomotora con rayas rojas y blancas, pero cuando los espectadores celebraban con demasiada antelación la fiesta haciendo la ola, cuando el marcador era muy corto y quedaba todo un mundo, empezó a producirse el descarrilamiento de los vagones de la capital que veían como su objetivo desde ese mismo día empezaba a resultar sino imposible, sí mucho más difícil.

El empate en A Malata una semana más tarde y la victoria frente al Elche en la jornada 34 volvían a colocar nuestro tren en estaciones de privilegio junto al Recreativo de Huelva y al Nástic de Tarragona, compañeros de viaje, que ellos sí al fin consiguieron llegar a la estación más deseada la primera división.

Pero un semana más tarde todos los viajeros que se desplazaron a la Condomina comprobaron que la maquinaria empezaba a fallar y volvían desolados por la derrota y por la imagen ofrecida por los empleados que lucían monos con rayas blancas y rojas. Los vecinos de Murcia, el Albacete, se encargaban, a la semana siguiente, de hacernos ver a todos que aquello que empezó siendo un sueño no pudo convertirse en realidad. 

Resumen: de todo lo vivido la temporada anterior podemos sacar una conclusión. Quizá empezó a crearse una red y una infraestructura viaria que permita en un futuro no muy lejano lograr llegar a la estación deseada. De momento, estamos en el buen camino, pues, se cierra el 2006 con el vagón en segundo lugar. Esperemos que se mantenga en ese lugar hasta finales del próximo mes de junio. 

EL POLI EJIDO ASEGURÓ SU SEXTA TEMPORADA EN SEGUNDA

El Poli Ejido afrontaba su quinta temporada en la división de plata del fútbol español. Arrancaba de la mano de un técnico con experiencia y solera, Pepe Mel, pero lo cierto es que las cosas no salieron tal y como se esperaba y al final tuvo que ser un almeriense, José María Salmerón, el que sacase las castañas del fuego. En la jornada veintiuno, o lo que es lo mismo, a la finalización de la primera vuelta, el equipo ejidense acababa en la decimonovena posición, dicho de otra forma, en puestos de descenso, pero una brillante segunda vuelta en la que se sumaron treinta y un puntos, permitieron cerrar la temporada en la decimoquinta posición y garantizarse la sexta temporada en una categoría difícil y complicada como la segunda división A. 

Cuando todos esperábamos que debido a su buen trabajo, el técnico almeriense continuara en la temporada 2006-2007, no fue así y volvió el hombre que consiguió el milagro de llevar a la entidad celeste desde la tercera división hasta la categoría que ocupa actualmente. Sí, Antonio Tapia, después de su excelente trabajo con el Málaga   en primera división, regresaba a su casa, al club de sus amores para ilusionar nuevamente a una afición que a lo largo de toda la trayectoria deportiva del Poli ha sabido y ha querido estar junto a su equipo.

Pero como la vida en ocasiones es justa, José María Salmerón ha recibido el premio al buen trabajo realizado en la última temporada y ha pasado ha dirigir a un equipo que milita en la misma categoría que la U. D. Almería y el Poli Ejido, como es el Lorca. 

Para finalizar, comentar que en la última Junta General de Accionistas, el presidente de la entidad celeste, Gabriel Hidalgo, manifestó que a la finalización de su mandato abandonaría la presidencia. Los que queremos al Poli y a Gabriel, pensamos que es imposible que este matrimonio se pueda romper, pues es imposible encontrar a un presidente que hiciese tanto en tan poco tiempo.