En los últimos cuatro años el panorama cultural de la ciudad de Almería, sobre todo en lo que se refiere a la programación de espectáculos, ha sufrido numerosos cambios. La capital de la provincia se ha convertido en este tiempo en todo un referente de calidad y variedad, sin cerrar las puertas a lo comercial, en la celebración de eventos artísticos en el ámbito nacional. Ya no se trata de ninguna desconocida. La Concejalía de Cultura que ha dirigido Pablo Venzal ha apostado fuerte por acercar a los almerienses a alguno de los artistas de mayor relevancia internacional.

Unos años atrás, y a pesar de la visita a la ciudad de grandes cantantes, resultaría imposible pensar que nombres de la altura de Van Morrison, Joe Satriani, Vengerov, Kenny Garret, Path Metheny, Michael Nyman, las orquestas de Israel, London Symphony y la Royal, o los musicales de Queen y Cabaret entre muchos otros, visitasen el Maestro Padilla o cualquier otro espacio escénico de la ciudad para actuar. Esta es una de las realidades que ha cambiado desde 2003. Almería se ha consolidado como un ejemplo a seguir por otras capitales de provincia que quieren ofrecer a sus ciudadanos una cuidada oferta cultural que nada tenga que envidiar a las grandes urbes como Madrid o Barcelona. En este sentido cabe la posibilidad de que nos encontremos ante una prolongación del denominado espíritu de Almería 2005.

Sin duda, los Juegos Mediterráneos significaron un punto de inflexión en todos los aspectos relacionados con Almería, pero lo que en un principio creaba mayores dudas para obtener el éxito, se transformó en el mayor de todos los triunfos de la cita: la respuesta del público. El complejo de inferioridad y la actitud derrotista ante las cosas del ciudadano de a pie se han ido perdiendo y eso se ha notado en otros campos como el que nos ocupa.

La calidad de la programación cultural ha estado ligada en todo momento a unos precios muy asequibles. Otro aspecto con el que Almería sale ganando en comparación con otras ciudades. Si establecemos una comparativa, podremos corroborar que los almerienses han accedido al mismo espectáculo que los granadinos, murcianos e incluso madrileños pagando unas entradas a un precio mucho menor. 

En la legislatura que se esfuma, ciclos y festivales iniciados con anterioridad como Alamar o el de Jazz siguen creciendo edición tras edición. Los ciclos de Grandes Conciertos que han traído hasta Almería a los más célebres intérpretes y orquestas del mundo constituyen sin duda el legado más importante de Pablo Venzal y la seña de identidad de su mandato. 

En la rueda de prensa que se celebró a finales del mes de diciembre de 2006 para dar a conocer el contenido del V Ciclo de Grandes Conciertos, Venzal pidió que independientemente del resultado en las urnas de las próximas elecciones, el grupo político o persona que se encuentre al frente de Cultura dé continuidad a este programa. El alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez, expresó en la misma comparecencia su deseo de ver actuar en Almería a las filarmónicas de Chicago y Berlín, “probablemente las únicas grandes orquestas internacionales que no han visitado Almería”. 

El reto del Ayuntamiento y de Cultura para los próximos años radica en mantener el alto nivel de la programación a la que la ciudad ya se ha acostumbrado, y sobre todo propiciar la producción y difusión de espectáculos llevados a cabo por artistas locales. Al tiempo que buscar y acondicionar más espacios escénicos adecuados para fomentar, tanto en el público como en los creadores, el interés por las propuestas de los almerienses, pertenecientes a cualquier modalidad artística. Tal vez este sea el mayor desafío al que tendrá que enfrentarse no ya sólo el área de Cultura sino todo el futuro equipo de gobierno. Otro aspecto que se deberá cuidar al máximo, lo constituye la necesidad de que la comunicación entre la administración y los espectadores sea lo más fluida posible, y se establezcan las vías necesarias para que los ciudadanos permanezcan informados en todo momento de las actividades culturales que les ofrece su ayuntamiento y cómo pueden acceder a ellas.

Sus detractores le han tachado de elaborar un programa demasiado elitista e impopular al huir de lo comercial, pero de lo que no cabe duda es que Venzal no ha dejado indiferente a nadie y, como reza el tópico, ha puesto el pabellón muy alto y si no continúa en el cargo, porque su partido no gane las elecciones u ocupe otro puesto, su sustituto tendrá mucho trabajo por delante.

Almería en la cultura ha dejado de ser de tercera categoría para jugar en primera, ahora sólo falta que esto también suceda en otros terrenos como en el soterramiento, las infraestructuras, el agua, la mejora de edificos públicos, la vivienda, las comunicaciones...