El 3 de octubre no fue una fecha más en el calendario, señalada en negro en la provincia de Almería significaba que se cumplía el primer aniversario sin Lourdes. Un año sin tener noticias de la joven almeriense, natural de Gérgal pero residente en Roquetas de Mar, de la que no se sabe nada desde que un sábado concluyera su jornada laboral. Desde entonces muchas son las incógnitas creadas en torno a su ausencia y que aún no han obtenido respuesta. Durante los días posteriores a su desaparición se sucedieron varias batidas organizadas para encontrar alguna pista sobre el paradero de Lourdes, así como los actos en recuerdo a la joven y con los que se reclamaban que no se cesara su busca. Unos actos que en los últimos meses ya no se producen. Entre los motivos, la delicada salud de unos padres mayores que esperan tener noticias de su hija menor. No obstante, la investigación puesta en marcha para esclarecer lo ocurrido sigue adelante, sin que por el momento se conozcan resultados. Tampoco se han producido detenciones. La esperanza de que aparezca y el realismo de que los días pasan son los sentimientos contradictorios expresados en varias ocasiones por los familiares de Lourdes García Carreño.
A lo largo de 2010 la Guardia Civil ha buscado en ramblas, playas, zonas de invernaderos y pozos, tanto dentro del término municipal de Roquetas de Mar como en municipios cercanos, por ejemplo, en Vícar o la capital almeriense. Un dispositivo del que han formado parte miembros de Seguridad Ciudadana, Policía Judicial, Unidad Canina, buzos y efectivos del grupo de especialistas de la Unidad Central Operativa (UCO), desplazados desde Madrid. El secretismo de los cuerpos de seguridad hace que poco se sepa sobre la marcha de la investigación y los puntos de búsqueda. No obstante, el contacto con la familia de la joven desaparecida permanece para informale de cualquier novedad. Una búsqueda que se volvió a hacer más visible en el mes de julio, cuando un centenar de agentes de la Guardia Civil, acompañados por perros, rastrearon parte del paraje conocido como Mohuyo, situado junto con la La Envía Golf, entre los términos municipales de Roquetas de Mar y Vícar. Se trataba de una zona agreste, de terrenos montañosos, aunque con poca vegetación, pero llena de recodos y áreas de escasa visibilidad en la que el amplio dispositivo de búsqueda se prolongó durante varios días con el objetivo de buscar alguna pista o indicios sobre el paradero de Lourdes. El operativo terminó antes de lo esparado, en un principio, sin que se diera a conocer ningún resultado esperanzador.
Muy presente estuvo la figura de Lourdes durante la celebración de los actos de la Festividad del Pilar, que se celebraban en el mes de octubre. En su discurso, Francisco Jiménez Rodríguez, teniente coronel jefe de la Comandancia de Almería, dejó claro que la Guardia Civil no olvida a Lourdes García. “Queremos dejar constancia de nuestra frustración por algunos sucesos ocurridos en la provincia y que están pendientes de resolver, particularmente la desaparición de Lourdes García Carreño (…)”, aseguraba ante todos los asistentes. “Toda su familia sabe que perseveramos
en su búsqueda y que no perdemos la esperanza de encontrar pistas que nos faciliten su paradero”, añadió Jiménez en su discurso.
Pero la desaparición de Lourdes García Carreño no ha sido la única que a lo largo de 2010 ha cumplido un triste aniversario. También está la del ejidense Juan Antonio Sánchez Sánchez, del que tampoco se sabe nada desde el 20 de diciembre de 2009 cuando se le vio por última vez al salir de un pub de la capital. Apenas habían pasado algo más de dos meses de la desaparición de la joven roquetera cuando la sociedad almeriense se volvía a conmocionar ante este nuevo suceso. Dos casos diferentes, pero con grandes similitudes, muchos enigmas y el dolor compartido por su familiares.
Tanto es así , que la familia de Lourdes mostró su solidaridad y apoyo a los familiares de Juan Antonio, participando incluso en una de las jornadas de búsqueda organizadas, aprincipios de año, para localizar al joven ejidense. Tras la repercusión del caso de Lourdes otras desapariciones (además de la de Juan Antonio) se produjeron en 2010 en la provincia de Almería, pero que pocos días después tenían un desenlace feliz. Apenas unas horas de ausencia de sus domicilios hacían saltar las alarmas y las preguntas de qué estaba pasando, en una provincia poco acostumbrada a estos casos.
No se sabe nada de Lourdes García Carreño desde que el el 3 de octubre de 2009 dejara, sobre las tres de la tarde, su trabajo en la gasolinera Cepsa de la Urbanización de Roquetas de Mar. Ese mismo día por la tarde la joven había quedado con varios amigos, pero no se presentó a la cita ni respondió a las llamadas realizadas a su teléfono. Fue el domingo por la mañana cuando los familiares interpusieron una denuncia ante la Guardia Civil porque no había acudido a trabajar. Desde ese momento comenzaba una investigación, aún abierta. El coche de Lourdes, un Peugeot 206 de color gris, fue encontrado aparcado en los alrededores de la Plaza de Toros de Roquetas. El vehículo estaba abierto y las llaves puestas, aunque no se encontraron signos de violencia o forcejeo dentro del mismo.
Su familia, un año después, vive con el dolor y la angustia por saber qué paso ese día, ese trágico 3 de octubre de 2009, señalado en negro en el calendario de la provincia de Almería.