El anuncio de la Subdelegación el Gobierno de abrir una nueva Oficina de Extranjería en el Barrio de San Luis se produjo a comienzos del mes de octubre.El objetivo,  reunificar todas las dependencias de Extranjería diseminadas por la ciudad . La ubicación elegida,un local de 2100 metros cuadrados, que había que  acondicionar, en la calle Marruecos. Pretendía ser la Oficina de Extranjería más grande de España. La idea, era la de poder atender  desde aquí todos los trámites legales que deben hacer los extranjeros que viven en nuestra provincia. Comunitarios y no comunitarios. 

Una atención integral, donde incluso se podrá tomar la huella, evitando los desplazamientos y las colas que se producen en las aceras  cercanas a la  Comisaria de la calle Alcalde Muñoz. La gran capacidad de este nuevo enclave permitirá atender hasta cientos de personas al mismo tiempo, y evitar las colas en la calle, porque hay capacidad para habilitar una sala de espera para 300 personas .También que los funcionarios, 42, puedan desarrollar su trabajo en condicones más dignas.

Hay que recordar  que como consecuencia del proceso de normalización de 2005   las dependencias de Extrajería se vieron saturadas a lo largo de 2006  en muchas ocasiones por falta de medios humanos y de espacio. Las largas colas en las aceras de Hermanos Machado, fueron una vez mas ,una imagen repetida, tanto que los funcionarios agobiados por el colapso de trabajo y por la insuficiencia de las instalaciones para desarrollar su trabajo , hicieron un plante el 18 de julio para protestar y pedir más recursos.

El Ayuntamiento concede la licencia de obras para la remodelación de este local  y las obras comienzan en los primeros días de enero de 2007, la previsión es que la Oficina de Extranjería pueda estuviera funcionando ya en la primavera de este mismo año.

A esta altura del artículo, parece la crónica de una rutina administrativa, la puesta en marcha  de un servicio para los ciudadanos, donde aparentemente no cabe espacio para la sorpresa.

Sin embargo el anuncio de apertura de una oficina de Extranjería en el Barrio de San Luis de la capital, ha sido una de las mas agrias polémicas informativas y ciudadanas que nos ha deparado 2.006 .

Apenas dos semanas después del anuncio del subdelegado del Gobierno, Miguel Corpas, los vecinos de  San Luis y Minas de Gádor , constituyeron una Plataforma en contra de la apertura de esta oficina en "su" barrio. 

Concentraciones, manifestaciones, cortes de carretera, casas, calles, farolas, aparecieron llenas de la noche a la mañana de carteles , estridentes pegatinas  y pancartas  que muestran desde entonces el rechazo a la instalación de la Oficina en  San Luis. Los argumentos esgrimidos desde la Plataforma Vecinal, es que la zona residencial no reúne los requisitos para atender dignamente las necesidades de los inmigrantes. Que el local elegido no es adecuado, que hay escasez de aparcamientos ,que el lugar idóneo  para atender a los inmigrantes es el Puerto , debido al tránsito de viajeros y la cercanía al centro de la ciudad.

En las concentraciones a pie de calle,  los vecinos  movilizados en contra de la Oficina, hay muchos en el barrio que no se han sumado a esta postura, cuentan su miedo a que la cercanía de la Oficina de Extranjería, devalúe el precio de sus viviendas, a que las calles se colapsen de coches, de ciudadanos dando vueltas y apostados por las esquinas. A medida que el tiempo avanza, y el miedo también, a que la cercanía de los  extranjeros traiga al barrio todo tipo de desordenes inimaginables, delitos y en definitiva, el peor de los futuros previsibles para un barrio recién construido.

Hasta el comienzo de 2007 se producen cinco manifestaciones y concentraciones vecinales, un corte de la carretera de Ronda , expedientes sancionadores por parte de la Administración a los vecinos. Otra manifestación del foro Social salió también a la calle en Noviembre , en contra de la Intolerancia, y a favor de una Oficina de Extranjería digna en San Luis. Apoyada por 20 colectivos sociales denunciaron también la implicación  partidista del alcalde, que públicamente se había pronunciado en contra de su ubicación en San Luis y apuntaba como idóneo, cómo no el puerto de Almería.

A esta altura de la historia, la propuesta administrativa había pasado a ser lo que a todas luces parecía un conglomerado de rechazo clasista y xenófobo hacia el colectivo de extranjeros de nuestra provincia, del que no se escapaban la posibilidad de cobrar algún rédito electoral, como rezaba en la gran pancarta en la que se recordaba al Sr. Corpas aquello de " En las urnas nos veremos".

Dos mil siete empieza, con las obras de remodelación de la oficina en marcha y con una nueva concentración, en la que se dejan ver de forma mas que evidente y activa dos colectivos radicales de extrema derecha , Democracia Nacional y el  Movimiento Cristiano Social. Estos últimos repartieron octavillas de contenido claramente racista y  xenófobo. No voy a reproducir ni una sola frase integra de esta bazofia , salpicada de vocablos como miedo, odio a muerte, violaciones, invasiones y avasallamientos, entre otras lindezas . Todos aplicadas a los extranjeros. Los vecinos concentrados, al menos muchos de ellos, dicen que no pudieron evitar estos apoyos con los que no quieren tener nada que ver. Sería muy de desear. Pero claro, quizá el terreno para estas amistades peligrosas, para este indeseado efecto llamada, se ha allanado poco a poco desde la conciencia del buen ciudadano.

Lo que ocurre es que es difícil entender el rechazo a esta Oficina de Extranjería, al menos a mí me cuesta, sólo desde un punto de vista que no incluya el rechazo clasista, racista y xenófobo , que no significa otra cosa, que el rechazo a las gentes de fuera. Porque a  ver como se entiende, sino es desde el miedo al extranjero, y más aún al inmigrante, esta protesta. Y sobre todo los argumentos. Sostener que el barrio se degrada, pierde categoría, apreciación social porque por el circulen extranjeros, no lo entiendo. Las carencias, de espacio en la calles, ya existían desde antes de llegar la Oficina, cualquiera que circule por San Luis comprueba que, como en todos sitios , ni calles ni aceras, ni espacios verdes guardan relación de equilibrio con la densidad edificada. Ni antes ni después de la Oficina los aparcamientos son suficientes. Si en ese local de 2.100 metros cuadrados de la calle Marruecos, se hubiera instalado un hipermercado, rumor que circuló en algún momento por el barrio, el tráfico no sería menos intenso, ni la romeria de compradores, mañana y tarde, incluidos fines de semana y festivos autorizados añadiría tranquilidad a la zona. Ya ni te cuento si el local se reconvierte en discoteca de moda o cualquier otro gran macro centro de ocio.

La razón de ubicar la Oficina de Extranjería en el puerto por la "afinidad" con los usuarios, me parece, cuando menos peregrina. Es algo evidente para cualquiera que no todos los extranjeros que viven en Almería, son inmigrantes marroquíes o argelinos  que llegan en patera o barco regular ni por supuesto, permanecen en ellos eternamente. Así que la vecindad, no la veo. Además la idea del Puerto como contenedor de todas las actividades que molestan por una u otra razón, léase botellón en estos tiempos, me parece relegar, una vez mas la salida natural al mar de la ciudad,  pero eso y dónde encontrar un lugar alejado de nuestros pisos, adosados y lofts, que tanto nos cuesta pagar , donde arrumbar todo  lo que nos molesta o no queremos ver , léase enfermos, presos, locos, o viejos .. es otra historia. 

Quizá una isla "ad hoc" al otro lado de la escollera, podría servir ¿No?.

Llegados a este punto, no veo  luz en las razones esgrimidas desde la Plataforma.¿Cómo explicar mirando a la cara, y es sólo un ejemplo, a esa legión de mujeres que cada día cuidan de nuestros hijos, nuestros mayores y ordenan nuestra nevera y nuestra ropa interior  que se monte este jaleo porque se abra una oficina en principio bien planeada para atenderles en condiciones mientras gestionan sus papeles, al tiempo que pagan sus impuestos?. Que se han abierto oficinas de este tipo en otra ciudades de España , y no recuerdo ningún motin popular por ello.

Sinceramente, si los vecinos piensan que la Oficina de Extranjeria, que por muy grande que sea abrirá sus puertas de 8 a 3 , de lunes a viernes, causará problemas al barrio, lo lógico sería aprovechar el momento para obtener el compromiso de la Subdelegación de que serán escrupulosos para evitar que se formen colas u otra molestias para el vecindario. Pedir, si se hacen necesarios refuerzos de limpieza y seguridad, mas iluminación, mejoras que atenúen, con buena lógica si es que los hay , perjuicios por este nuevo servicio.

Todo lo demás,  está de más y nos adentra en un jardín de intolerancia del que se hace difícil salir con la cabeza alta.